martes, 9 de septiembre de 2014

Las relaciones

/«Tenemos más tiempo para cuidarnos el uno al otro, y ello nos hace sentimos más unidos».
/«Ha mejorado la calidad de la relación con nuestros hijos. Ya no hay conflictos por las tareas domésticas o por el orden en la casa y nuestra relación con ellos es más madura y equitativa».
/«Me ha sorprendido la reducción considerable de los gastos de todo tipo, la factura de la luz, el gas, el agua, la calefacción, el teléfono, especialmente, y el supermercado. Pensando que nos .icercamos a la jubilación, valoro este hecho todavía más».
y «Descubrimos una mayor satisfacción cuando recibimos co­rreos o llamadas telefónicas de los hijos, o cuando vemos las fotos i|iie nos envían».
/«Disfrutamos con sus visitas. Incluso con algún hijo con el que no había muy buena relación, ésta ha mejorado desde que no está en casa».
y «Ahora disfrutamos de mayor paz y tranquilidad doméstica».
y «Podemos disfrutar de un sueño más tranquilo y reparador, sin despertares ni sobresaltos nocturnos».
y «Podemos disfrutar de nuestra intimidad como pareja en cualquier momento y en cualquier lugar de la casa».

Es posible que te veas reflejado en alguno de estos comenta­rios. Con ellos y otros de tu propia cosecha, que describan mejor tus sentimientos y tu situación te sugerimos que confecciones una lista, a tu medida, de todas las ventajas que la marcha de los hijos tiene para ti y tu pareja.
6. Aprende a disfrutar tu nido de otras formas, rellenándolo de nuevas tareas e ilusiones. Llena tu tiempo con aficiones del pasado o con nuevos hobbies. Aprovecha la disponibilidad de tiempo para cuidarte. Es una oportunidad para recuperar y revitalizar tus rela­ciones sociales. No descuides la risa y el sentido del humor. Cultiva tu vida espiritual. Llena tu vida haciendo todo aquello que quisiste hacer.
7. Aprovechad para mejorar vuestra relación. Como dice Dave Meurer: «Un matrimonio excepcional no se da cuando se casa una "pareja perfecta". Se da cuando una pareja imperfecta aprende a aceptar y a disfrutar sus diferencias».



8. Sacad partido de la ocasión para crecer como personas y como pareja. Como todo cambio en el ciclo vital, encierra difi­cultades y exige por parte de los miembros netau  de la pareja nuevos mecanismos de adaptación y nuevas habilidades y recursos. Este es un momento propicio para que tú y tu pareja hagáis una reevaluación de vuestro matrimonio, de vuestra vida, os plan­teéis nuevos objetivos y aprendáis a disfrutar de una relación distinta, entre vosotros y también con los hijos que se han ido de casa.
Ahí van algunas sugerencias para enfocar con resolución y optimismo esta nueva etapa:
1 Olvidaos del pasado, de los conflictos y diferencias, y tomad la decisión de hacer de vuestra relación de pareja «la mejor» para el resto de vuestros días.

D Recuerda que tú y tu pareja habéis cambiado. No cometas el error de añorar tu relación pasada. Es síntoma de estar centrado en el pasado, y ahora debes centrarte en el futuro que tienes por delante.
D Construid una relación de profunda amistad entre vosotros.
 Redescubrios el uno al otro.
 Sustituid una relación centrada en los hijos por una rela­ción centrada en vosotros.
D Desarrollad una comunicación eficaz que os permita expre­sar vuestros sentimientos más profundos.

Superar la ausencia del os hijos en pareja

D Considera que «nido vacío» significa ausencia de los hijos en tu vida cotidiana, pero también tiempo y espacio para cuidarte personalmente y para compartir con el otro. Concede a la situación otro significado. En vez de pérdida, contémplalo como un periodo de creciente libertad y posi­bilidades de autodesarrollo.
H No te olvides de que lo que durante años fue una familia ahora es una nueva relación de pareja. Éste puede ser el comienzo de una nueva y maravillosa forma de la relación, mucho más profunda e intensa si aprendéis a disfrutarla. Para miles de parejas esta etapa es la mejor que han tenido.
n Los hijos han volado, lo que significa que vuestra labor de educadores ha culminado y que ahora podéis dedicar vues­tra energía y creatividad a revitalizar vuestra relación como pareja y generar frutos de otra naturaleza, tanto o más satis­factorios.

□ Distingue lo que es propio de esta etapa de lo que puede ser debido a otros cambios en el ciclo vital y que pueden llegar al mismo tiempo: la menopausia, la jubilación... A cada cosa, lo suyo.
4. Comparte tus sentimientos con tu pareja. Ábrele tu corazón.
El nido no tiene por qué estar vacío, está lleno de vosotros dos y de todo lo que queráis añadir. Llenadlo de diálogo y fluida comu­nicación, así como de relaciones amorosas y sexuales satisfactorias para ambos. Descubrid un reencuentro entre vosotros.
Si experimentas dolor, acéptalo, es normal. No eres ningún bicho raro. Aprende a vivir con naturalidad la marcha de los hijos, como cualquier otra fase de la vida.
Comparte con tu pareja tus sentimientos, tus temores, tus mie­dos: la incertidumbre ante el futuro y el porvenir de vuestra relación

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5. Aprende a disfrutar de la nueva situación como se dice en http://horoscopodeseduccion.hpage.com.
Aprovecha para trabajar en tu crecimiento personal y poder contar con proyectos personales propios. Ahora dispones de tiempo para reflexionar sobre tu papel en este mundo y tu proyecto de vida.

Escribe en tu cuaderno los nuevos objetivos a los que deseas dedi­carte. Analiza tus talentos y fortalezas. Contesta a las siguientes preguntas:
ít¡ ¿Qué se me da bien?
th ¿Qué me gusta hacer? ¿Con qué disfruto hasta el extremo de
sentir que el tiempo transcurre sin enterarme? ^d ¿En qué causas creo y siento que vale la pena luchar por ellas? ^d ¿Qué situaciones de mi vida pasada han sacado lo mejor de mí mismo?
d ¿En qué aspectos puedo seguir creciendo?
Estas y otras cuestiones pueden ayudarte a descubrir objetivos que den sentido a tu nueva vida.
fl Descubre el lado positivo que la situación encierra.

En el trabajo con parejas adultas que están pasando por esta misma situación, un aspecto importante de nuestro apoyo consiste en ayudarles a descubrir los aspectos positivos de la nueva situación. No es una tarea fácil, pues a algunos la tristeza por la pérdida les impide vislumbrar el más peque­ño rayo de luz.
Pero poco a poco van descubriendo el lado dulce y atracti­vo, tal como reflejan estos comentarios:
y «Ahora disponemos de más tiempo para nosotros». y «Hemos aprendido a regar y abonar nuestra relación de pareja». y «Descubrimos que teníamos muchas más cosas en común de las que pensábamos».
y «Hemos recuperado aficiones que teníamos descuidadas». y «Aunque no estamos de acuerdo en todo, hemos aprendido a hablar y a negociar nuestras diferencias, sin agredirnos».